Pues un día llegó al taller una máquina nueva y venía embalada en un cajón de madera. Me quedé mirandolo y mi jefe me dice... que es lo que vas a hacer con él que te veo muy pensativa, y tenía razón le estaba dando vueltas en mi cabeza que podía hacer con él, y de pronto se me iluminó la bombilla y pensé que podría aprovecharlo para hacerme un cubreradiador para cubrir el radiador de mi pasillo. Para que veais como era os enseño una fotos de como era.
Y aquí teneis cual fué el resultado de la modificación para que se convirtiera en mi nuevo cubreradiador. Corté el cajón a la medida del radiador lo teñí con betún de judea le puse una malla metálica como las que se utilizan en los gallineros para que saliera el calor y el resultado es el que veis. Un tanto rústico y es que a mi me encanta la decoración rústica.
Y para que engañarnos a mi me encanta! y que voy a decir yo.
¡Genial!!
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